FE

575. Algunos pasan por la vida como por un túnel, y no se explican el esplendor y la seguridad y el calor del sol de la fe.

576. ¡Con qué infame lucidez arguye Satanás contra nuestra Fe Católica!

Pero, digámosle siempre, sin entrar en discusiones: yo soy hijo de la Iglesia.

577. Sientes una fe gigante... -El que te da esa fe, te dará los medios.

578. Te lo dice san Pablo, alma de apóstol: "Justus ex fide vivit." -El justo vive de la fe.

-¿Qué haces que dejas que se apague ese fuego?

579. Fe. -Da pena ver de qué abundante manera la tienen en su boca muchos cristianos, y con qué poca abundancia la ponen en sus obras.

-No parece sino que es virtud para predicarla, y no para practicarla.

580. Pide humildemente al Señor que te aumente la fe. -Y luego, con nuevas luces, juzgarás bien las diferencias entre las sendas del mundo y tu camino de apóstol.

581. ¡Con qué humildad y con qué sencillez cuentan los evangelistas hechos que ponen de manifiesto la fe floja y vacilante de los Apóstoles!

-Para que tú y yo no perdamos la esperanza de llegar a tener la fe inconmovible y recia que luego tuvieron aquellos primeros.

582. ¡Qué hermosa es nuestra Fe Católica! -Da solución a todas nuestras ansiedades, y aquieta el entendimiento y llena de esperanza el corazón.

583. No soy "milagrero". -Te dije que me sobran milagros en el Santo Evangelio para asegurar fuertemente mi fe. -Pero me dan pena esos cristianos -incluso piadosos, "¡apostólicos!"- que se sonríen cuando oyen hablar de caminos extraordinarios, de sucesos sobrenaturales. -Siento deseos de decirles: sí, ahora hay también milagros: ¡nosotros los haríamos si tuviéramos fe!

584. Enciende tu fe. -No es Cristo una figura que pasó. No es un recuerdo que se pierde en la historia.

¡Vive!: "Jesus Christus heri et hodie: ipse et in saecula!" -dice San Pablo- ¡Jesucristo ayer y hoy y siempre!

585. "Si habueritis fidem, sicut granum sinapis!" -¡Si tuvierais fe tan grande como un granito de mostaza!...

-¡Qué promesas encierra esa exclamación del Maestro!

586. Dios es el de siempre. -Hombres de fe hacen falta: y se renovarán los prodigios que leemos en la Santa Escritura.

-"Ecce non est abbreviata manus Domini" -¡El brazo de Dios, su poder, no se ha empequeñecido!

587. No tienen fe. -Pero tienen supersticiones. Risa y vergüenza nos dio aquel poderoso que perdía su tranquilidad al oír una determinada palabra, de suyo indiferente e inofensiva -que era, para él, de mal agüero- o al ver girar la silla sobre una pata.

588. "Omnia possibilia sunt credenti" -Todo es posible para el que cree. -Son palabras de Cristo.

-¿Qué haces, que no le dices con los apóstoles: "adauge nobis fidem!" - ¡auméntame la fe!?