La
Hora de la Misericordia
A
las tres, implora Mi misericordia, especialmente para
los pecadores y aunque sólo sea por un breve
momento, sumérgete en Mi Pasión.
Te
recuerdo, hija Mía, que cuántas veces oigas el reloj
dando las tres, sumérgete totalmente en Mi
misericordia, adorándola y glorificándola; suplica su
omnipotencia para el mundo entero y especialmente para
los pobres pecadores, ya que en ese momento se abrió de
par en par para cada alma.
Jesús
a Santa María Faustina Kowalska
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