ROSARIUM VIRGINIS MARIAE

NOTAS

[1] Const. past. sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes, 45.

[2] Pablo VI, Exhort. ap. Marialis cultus, (2 febrero 1974) 42, AAS 66 (1974), 153.

[3] Cf. Acta Leonis XIII, 3 (1884), 280-289.

[4] En particular, es digna de mención su Carta ap. sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961: AAS 53 (1961), 641-647.

[5] Angelus: L'Osservatore Romano ed. semanal en lengua española, 5 noviembre 1978, 1.

[6] AAS93 (2002), 285.

[7] En los años de preparación del Concilio, Juan XXIII invitó a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el éxito de este acontecimiento eclesial; cf. Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960: AAS 52 (1960), 814-817.

[8] Const. dogm. sobre la Iglesia Lumen gentium, 66.

[9] N. 32: AAS 93 (2002), 288.

[10] Ibíd., 33: l. c., 289.

[11] Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelación pública, normativa para toda la Iglesia. Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles.

[12] El secreto admirable del santísimo Rosario para convertirse y salvarse,en Obras de San Luis María G. de Montfort, Madrid 1954, 313-391.

[13] Beato Bartolo Longo, Storia del Santuario di Pompei, Pompei 1990, p.59.

[14] Exhort. ap. Marialis cultus (2 febrero 1974), 47: AAS 66 (1974), 156.

[15] Const. sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium,10.

[16] Ibíd., 12.

[17] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. sobre la Iglesia Lumen gentium, 58.

[18] I Quindici Sabati del Santissimo Rosario,27 ed., Pompeya 1916), p. 27.

[19] Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. sobre la Iglesia Lumen gentium, 53.

[20] Ibíd., 60.

[21] Cf. Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978): AAS 70 (1978), 927.

[22] Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen, 120, en: Obras. de San Luis María G. de Montfort, Madrid 1954, p.505s.

[23] Catecismo de la Iglesia Católica, 2679.

[24] Ibíd., 2675.

[25] La Suplica a la Reina del Santo Rosario, que se recita solemnemente dos veces al año, en mayo y octubre, fue compuesta por el Beato Batolomé Longo en 1883, como adhesión a la invitaciòn del Papa Leon XIII a los católicos en su primera Encíclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad.

[26] Divina Comedia,Par. XXXIII, 13-15.

[27] Carta ap. Novo millennio ineunte (6 enero 2001), 20: AAS 93 (2001), 279.

[28] Exort. ap. Marialis cultus (2 febrero 1974), 46: AAS 66 (1974), 155.

[29] Carta ap. Novo millennio ineunte (6 enero 2001), 28: AAS 93 (2001), 284.

[30] N. 515.

[31] Angelus del 29 de octubre 1978: L'Osservatore Romano,ed. semanal en lengua española, 5 noviembre 1978, 1.

[32] Const. past. sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes, 22.

[33] S. Ireneo de Lyon, Adversus haereses, III, 18,1: PG 7, 932.

[34] Catecismo de la Iglesia Católica,2616.

[35] Cf. n. 33: AAS 93 (2001), 289.

[36] Carta a los artistas(4 abril 1999), 1: AAS 91 (1999), 1155.

[37] Cf. n. 46: AAS 66 (1974), 155. Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos, Directorio sobre la piedad popular y la liturgia. Principios y orientaciones (17 diciembre 2001), n.201.

[38] « ...concede, quæsumus, ut hæc mysteria sacratissimo beatæ Mariæ Virginis Rosario recolentes, et imitemur quod continent, et quod promittunt assequamur »: Missale Romanum (1960) in festo B. M. Virginis a Rosario.

[39] Cf. n. 34: AAS 93 (2001), 290.